5o ENCUENTRO: Comisión Organizadora: MESA 1: ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL Y NACIONAL


En nuestros anteriores encuentros se han realizado análisis previos acerca de la situación internacional y nacional, pero con la idea de ampliar y avanzar en ellos, incorporando algunas de las nuevas formas de expresión capitalista, se proponen los siguientes ejes de análisis.

SITUACIÓN INTERNACIONAL

1. El Imperialismo en su forma global y bajo su forma específica neoliberal  sigue vigente, si bien han cambiado algunas de sus manifestaciones, pero no la esencia del mismo. El Reparto del Mundo entre las grandes empresas transnacionales o “globales” y el dominio del Capital Financiero siguen vigentes, aunque cambien la forma de expresarse. La globalización corresponde a una etapa peculiar  del proceso de dominación  del Capitalismo, donde muchas de las acciones económicas, políticas, jurídicas, culturales, etc.  del Estado  responden  a los intereses de  las empresas transnacionales o globales y, de modo particular a los intereses de las burguesías locales, que buscan acelerar el proceso de acumulación de capital y aumentar sus tasas de ganancia e intensificar el proceso de explotación del proletariado industrial, agrícola y de millones de trabajadores de los diferentes servicios ligados indirectamente a la producción capitalista a escala mundial, a través de reformas estructurales, planes de choque y despojos directos de bienes económicos nacionales, sociales, colectivos, comunitarios y privados. Son un puñado de familias las que concentran  esa riqueza social, no rebasan ni el 1% de la población mundial y los 10 más ricos del mundo en el  2014  concentran 467, 760 mil millones de dólares.

2. El Neoliberalismo es la corriente político – económica que, desde fines de los setenta y principios de los ochenta, conduce el proceso capitalista y se caracteriza por recuperar y “actualizar” los planteamientos económicos liberales clásicos, es decir, la no intervención del Estado en la economía y la Libertad total al mercado (oferta y demanda). El Estado Benefactor, instrumentado a fines de la Segunda Guerra Mundial (con varios nombres o concepciones como Capitalismo Monopolista de Estado, “milagros” mexicano, brasileño, israelita, etc., Estructuralismo cepalista, etc.) tuvo vigencia hasta mediados de los años setenta y se nutrió con las experiencias de varios estados que abrieron mayores espacios políticos, económicos y sociales para las clases dominadas, pero sin dejar de ser estados capitalistas.

3. La explotación capitalista no es referida únicamente al sector de la Producción (industria y agricultura), sino que se reproduce en todos los ámbitos laborales donde se encuentra la compra – venta de fuerza de trabajo, sea esta física o intelectual, es decir, la explotación también se manifiesta en las esferas de la Circulación y del Consumo, sean formales o informales, legales o ilegales. Las Relaciones Capitalistas están presentes en todos los campos de la vida capitalista, por lo que los sujetos del cambio se encuentran en todos esos campos. La burguesía mundial y su aparato ideológico, sobre todo el aparato mediático y su ejércitos de “intelectuales” se empeñan en negar la luchas de clases, la cual sigue siendo un fenómeno social inherente al capitalismo como sistema basado en la explotación del hombre por el hombre,  y en momentos determinados  se recrudece y se radicaliza. 

4. La innovación tecnológica y la ampliación de los mercados han originado la aparición de nuevas mercancías, tangibles e intangibles, que rompen con la idea de la Producción existente antes de la I Guerra Mundial, pues actualmente el capitalismo ha incorporado al mercado aspectos como la Salud, el Conocimiento, el Placer, la Comodidad, el Estilo de Vida, la Literatura de múltiples tipos y hasta aspectos degradantes como la venta de órganos humanos y el alquiler de úteros. En este marco se inscribe de manera significativa la industria del narcotráfico o lo que conocemos como narcoeconomía, que es parte  estructural de la economía mundial capitalista y funciona bajo todas las reglas y normas del mercado capitalista, genera ganancias, empleos y consumo, dinamiza el mercado y funciona como toda empresa capitalista, con estructuras, redes financieras, redes de  circulación y distribución, centros de mando y administración  etc. Las mercancías del narcotráfico (marihuana, cocaína o cualquier otra) cumplen con todas las categorías y conceptos de la producción, la circulación y el consumo capitalistas, de tal suerte que es uno de los más jugosos negocios en el cual están involucrados industriales, financieros, políticos, militares, funcionarios, en todos los países del mundo, entre ellos, los de México, obviamente. 

5. Estados Unidos es, claramente, un Estado imperialista, que defiende los intereses de las grandes empresas transnacionales de ese origen; pero también es un país que tiene, en su interior, las características propias del sistema capitalista, es decir, clases sociales explotadoras  y explotadas , razón por la cual es imprescindible ubicar la dinámica de los sectores laborales y la forma en que se organizan y enfrentan la explotación de sus propios empresarios para entender mejor las luchas laborales y políticas en ambos países, luchas entre las que se encuentran las de miles de migrantes mexicanos y latinoamericanos.
El bloque imperialista occidental encabezado por los Estados Unidos no es ya un bloque homogéneo, en el presente periodo los aliados incondicionales de los Estados Unidos comienzan actuar autónomamente de acuerdo a sus intereses, se exhiben en determinadas circunstancias contradicciones políticas, los otrora aliados incondicionales de Estados Unidos no secundan la decisiones de este país, aunque sea en ciertas coyunturas, los imperialistas en algunas regiones del mundo tienen que actuar aisladamente o replegarse aisladamente, (Irak, Afganistán, Irán, Siria, etc.).   
 
6. México no es un país pobre, aunque sea un país de pobres, es decir, como país, tenemos una posición mundial entre el décimo y vigésimo lugar; sin embargo, los niveles de distribución de la riqueza producida nos sitúan en una posición desfavorable. Los bajos salarios entre los empleados y los excesivos ingresos de funcionarios públicos y privados, así como las ganancias concentradas en los más poderosos empresarios, contribuye a una marcada y creciente desigualdad socioeconómica. 

7. Después de la desaparición de la gran mayoría de los llamados países socialistas, el mundo quedó bajo la hegemonía estadounidense, hegemonía capitalista desgastada y desprestigiada. Su ciclo económico cada vez muestra más largos periodos de inestabilidad y crisis, pero el Capital no tiene Patria, y la declinación de EUA como país hegemónico NO significa, por sí misma, la declinación del Capitalismo, pues otro país (por ejemplo los BRICS o los Emergentes) puede convertirse en “sede” de los capitales transnacionales. Una nueva potencia que enfrente la hegemonía capitalista aún no se vislumbra. Los bloques económicos están en proceso de estructuración: la Unión Europea pasa por una serie de largos periodos de crisis y breves períodos de auge de cada uno de sus integrantes, lo cual no le permite consolidarse como una alternativa capitalista a EUA. 

Los socialistas y comunistas siempre tuvimos claridad que después del derrumbe del campo socialista como era llamado y conocido, que en el corto o mediano plazo no se darían las condiciones políticas,   económicas y sociales   para la conformación de un bloque de países que hicieran contrapeso al poderío económico y militar de los Estados Unidos en la esfera internacional; si bien es cierto que Rusia y China en la perspectiva económica y geopolítica mundial vienen jugando  un papel más activo y protagónico, frente a los interese de occidente, sobre todo en el Medio Oriente y en Europa (en el caso de Ucrania), y en los últimos días Vladimir Putin, viene desplegando una campaña diplomática por América Latina visitando países como Cuba, Argentina, Brasil, Nicaragua, en, firmando convenios bilaterales en diversos rubros con estos países, creemos que en la perspectiva de posicionar a Rusia en la región que no hace mucho imperaba la hegemonía geopolítica absoluta de los Estados Unidos, sin embargo hay que dejar sentado con toda precisión que estos países se ubican en el campo capitalista y que sus contradicciones con occidente obedecen a interese de la economía global capitalista,  por lo que creemos que no tienen objetivamente nada que ver con la lucha por el socialismo, los regímenes político que hoy gobiernan estos países desde hace tiempo abandonaron el socialismo. En América Latina, Venezuela y Bolivia, con todo lo respetable que son sus luchas, no se hayan fuera del sistema capitalista aún, si bien pueden formar junto con Ecuador, Nicaragua, Uruguay, Brasil y Argentina un bloque capitalista alternativo al que están formando México, Colombia, Chile y Perú.

Los países del ALBA y UNASUR, si bien es cierto que no han roto económica y políticamente con el capitalismo y no han derrotado a las burguesías locales, sin embargo intentarían avanzar desde una perspectiva democrática hacia sociedades de mayor equidad social, que se alinean al conjunto de los movimientos democráticos y antiimperialistas a nivel continental; es tarea de los socialistas y comunistas en estos países profundizar políticamente, ideológicamente, desde una perspectiva socialista y comunista dichos procesos.  

8. Por consecuencia, no podemos pensar que todos los movimientos y luchas DENTRO del capitalismo significan luchas antisistema; al contrario, muchas de ellas se mantienen en la lucha por mejores condiciones (económicas, política, sociales), pero sin pretender rebasar los límites capitalistas, lo cual no desmerece la lucha ni quiere decir que no puedan evolucionar a otras de mayor alcance. Ejemplo también lo son las “revoluciones de colores”, que pudieron ser iniciadas y controladas a conveniencia de algún país imperialista y no buscaban nada más allá que cambiar cuadros dirigentes.

9.- Las condiciones políticas, económicas, organizativas y militares  a escala mundial, en términos de  correlación de fuerzas juegan absolutamente a favor del capitalismo, independientemente de que en diversa regiones del mundo se vienen registrando brotes y explosiones sociales, y procesos democráticos,  el proletariado y las masas trabajadoras, luchan a la defensiva y sin suficientes  fuerzas para enfrentar al capitalismo, a las fuerzas reaccionarias y neoliberales a nivel mundial, en este sentido la lucha por el socialismo, el comunismo, y el desarrollo de la lucha de clases hasta sus últimas consecuencias,  es una cuestión de acumulación de fuerzas,  es un objetivo de mediano y largo plazo, en este contexto se ubica justamente el papel político, ideológico y  organizativo de los socialistas, comunistas y marxistas, que, para asumir dicha tarea histórica y revolucionar todos los sectores de la vida política, económica y social, es imprescindible articular la coordinación y la unidad política y organizativa, en la perspectiva de construir referentes políticos que guíen al proletariado y al pueblo a la toma del poder y la construcción del socialismo.


SITUACIÓN NACIONAL

Los socialistas, comunistas y marxistas no podemos perder de vista, que si bien es cierto que luchamos en condiciones desfavorables frente al capitalismo, también es cierto que tenemos factores políticos que en esta etapa nos favorecen.

1. En los últimos sexenios, las reformas (seguridad social, laboral, fiscal, educativa, de telecomunicaciones, energética) han tenido un impacto  desastroso para el pueblo: 60 millones de pobres, 15.1 % de desempleo real, 54. 5 % en el empleo informal, 7.5 millones en estado de hambruna en más de 400 municipios, (a nivel mundial 200 millones según la OIT) y 10 % de jóvenes desempleados de acuerdo a la OCDE, revelan el estado desastroso de la economía mexicana producto del modelo neoliberal de las derechas (PRI-PAN), en un contexto de largas crisis y breves auges mundiales del capitalismo

2. Las políticas económicas priistas y panistas golpean sistemáticamente el nivel de vida del pueblo trabajador y, de un modo o de otro, aceleran el desarrollo de las condiciones objetivas para las luchas reivindicativas del pueblo trabajador, si bien en las condiciones subjetivas debemos incidir también con fuerza y claridad.
En estas últimas, debemos de tener presente, para revertirlos, dos aspectos claves: a) la dispersión existente entre las organizaciones socialistas, comunistas, marxistas y democráticas, en parte generada por cierto protagonismo de algunas de ellas, así como la mutua desconfianza, y b) la influencia ideológica que ejercen los medios de comunicación (formal e informal) burgueses, ya sean del Estado o de las grandes empresas, sobre amplios sectores de la población.

3. Una de las formas de acercamiento que debemos fortalecer entre socialistas, comunistas y marxistas es el diálogo e intercambio de experiencias y enfoques basados en el respeto, la argumentación sensata y la disposición a enriquecer las diferentes formas de lucha con las aportaciones, sin exclusiones ni anatemas, de todos los participantes en los diferentes campos de lucha. Los beneficiarios de la dispersión y de los enfrentamientos entre las fuerzas de izquierda han sido, y serán, los sectores burgueses y sus aliados.

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!

COMISIÓN ORGANIZADORA DEL 
5° ENCUENTRO DE SOCIALISTAS Y COMUNISTAS DE MÉXICO.


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