LOS SOCIALISTA Y COMUNISTAS
FRENTE AL CAPITALISMO
DONDE
ESTAMOS
CAMARADAS
No
se trata de ser simplistas, ni pragmáticos en este problema que nos ocupa, que no es cualquier cosa; claro que estamos
conscientes, donde estamos, contra quien luchamos, por que luchamos y que perseguimos, bajo estas premisas es obvio que
estamos frente al capitalismo en su forma global y neoliberal en lo específico,
el peor sistema económico, social y político que haya conocido la humanidad. El
capitalismo significa concentración
brutal de la riqueza social en pocas manos, significa pobreza y extrema pobreza
para millones de seres humanos en el mundo, hambre, desempleo, desnutrición,
muerte; depredación del medio ambiente, el capitalismo es un sistema que atenta
contra todas las formas de vida:
Ø Más de mil millones de
seres humanos viven con menos de un dólar por día.
Ø 2.800 millones de
personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos
de 2 dólares por día.
Ø 448 millones de niños
sufren de bajo peso.
Ø 876 millones de adultos
son analfabetos, de los cuales dos terceras partes son mujeres.
Ø Cada día, 30.000 niños
menores de cinco años mueren de enfermedades que podrían haber sido evitadas.
Ø Más de mil millones de
personas no tienen acceso al agua potable.
Ø El 20% de la población
mundial posee el 90% de las riquezas.[1]
El
capitalismo es un sistema que atenta de igual manera contra las libertades
políticas, económicas, sociales, espirituales,
atenta contra la justicia, es un sistema represivo y antidemocrático por
esencia.
En esta
lógica cabe aclarar que nuestra lucha
no es en abstracto en contra del capitalismo, en México el capitalismo tiene nombre y
apellido, tiene voceros y personeros, nuestra lucha es concreta, tiene ejes de
orientación claros, tenemos ubicados con claridad a nuestros enemigos de
clase, la gran burguesía representante
del gran capital global, el régimen
autoritario en turno, encabezado por el PRI y sus aliados del PAN, la derecha
del PRD (los chuchos), los monopolios televisivos, en sí luchamos contra el
bloque burgués, contra la represión y en contra de sus políticas económicas y
sociales neoliberales como :
Ø La restauración del autoritarismo como forma
absoluta de gobierno en México, que tiene como método fundamental la
criminalización y la represión en contra
de los movimientos sociales y en contra
de la izquierda en particular.
Ø Continuación
del modelo económico neoliberal que presupone la privatización de los
servicios públicos y el patrimonio de la nación; pobreza, desempleo etc.
Ø Las reformas a la seguridad social, laboral,
fiscal, educativa, en telecomunicaciones
y energética.
No
ahondaremos más sobre estos elementos ya que en otros documentos que presentaron o presentaran otros camaradas se abunda sobre diversos
aspectos del capitalismo, la globalización y el neoliberalismo, sobre la
situación económica, social y política de México etc.
Tomando en
cuenta estas consideraciones creemos necesario analizar las condiciones de
lucha, de la izquierda socialista, comunista y revolucionaria en México
frente al capitalismo actualmente, sobre todo no interesa reflexionar
sobre las condiciones de dispersión en
que se encuentran estas fuerzas, de tal manera que de esta reflexión colectiva
y con voluntad revolucionaria podamos llegar a conclusiones y acuerdos
que nos permitan avanzar en la lucha por la democracia
y el socialismo en esta etapa, en el Documento Central y la Convocatoria
misma del 5º Encuentro, se plantean de manera breve, pero suficientemente
claros los objetivos políticos y
organizativos:
“El
nacimiento y construcción de diversos frentes de aglutinamiento de Socialistas
y comunistas en México, tiene como necesidad, antecedentes y objetivo
fundamental, la búsqueda de la unidad a través de un frente único de todas las
clases y sectores de las clases explotadas y oprimidas para cambiar
radicalmente las condiciones de vida, de trabajo, de estudio, de la política y
el ejercicio del poder, de la economía, de la ciencia, la tecnología, la
cultura y la vida social, sin explotación y opresión; con soberanía nacional y popular,
con democracia popular, con justicia, con libertad, con solidaridad, por un
mundo nuevo y una tierra justa a través de la lucha de clases como motor de la
historia en nuestro país y en el mundo. Las grandes transformaciones de México,
a lo largo de su historia, han sido por la participación y el protagonismo de
las amplias masas populares.”
Lo que
aquí se plantea en este párrafo, desde el punto de vista de principios no
tendría mucha discusión, sin embargo creemos que semejante reto no será posible
cumplirlo si las fuerzas de izquierda continúan en las condiciones que en el
siguiente párrafo se señalan:
“Los
comunistas, socialistas y marxistas que podríamos dar un significativo
aporte a todo ese gran movimiento popular, estamos, sin embargo, atomizados. En
todo el país pero principalmente en el D.F. existen no menos de 50 pequeñas
organizaciones que nos reivindicamos como comunistas, socialistas y/o marxistas
que damos la batalla día a día pero la damos aislados unos de los otros, sin
informarnos siquiera, siendo que perseguimos el mismo objetivo y tenemos los
mismos intereses como son: Detener la ofensiva neoliberal, modificar las
relaciones de fuerza a favor de soluciones inmediatas de contenido popular,
democrático y patriótico, así como avanzar en la lucha por el socialismo.”
Nadie discute que en nuestro país
existen un gran número de organizaciones, colectivos, frentes,
coordinadoras, como la CNTE, CNPA- (mn), CSNC (Congreso Social por un Nuevo
Constituyente) , PC- ML de México, EZLN, MPG, SME, MPI, la FESOCOM, que comienza a
conformarse y MORENA que se define como un movimiento
partidista de oposición y otros referentes de reciente formación, con diversas
demandas sociales y económicas, con
diferente grado de desarrollo político, ideológico y organizativo, con
diferentes tácticas de lucha, con diferentes capacidades de convocatoria; el conjunto de estas organizaciones se encuentran ligadas cada una a las distintas clases y
sectores de clase de la sociedad burguesa, en el campo y en las ciudades;
cada organización luchan por
salarios, por la tierra, por servicios,
por prestaciones, por educación, por los derechos humanos, por democracia
sindical, por justicia, por las libertades políticas, la lucha de masas en esta
etapa es marcadamente economicista y gremialista, nuestras luchas siguen siendo
aisladas y a la defensiva y sin
coordinación.
En estas
condiciones luchar contra un régimen ,
represivo, antidemocrático, autoritario, como el régimen priista que encabeza
Peña Nieto, es exponernos nuevamente a la derrota; la clase trabajadora y el pueblo requieren
de un serio y profundo proceso de
organización, coordinación y unidad política con contenido de clase,
requerimos de un dispositivo de fuerza política poderosa, superior a la del
enemigo, esta tarea solo la pueden cumplir y construir los destacamento de los socialistas, comunistas y marxistas, en este sentido es necesario que abandonemos,
crítica y autocríticamente una serie de prácticas, incorrectas, como el grupismo,
el voluntarismo, el sectarismo, el dogmatismo, la dispersión, el protagonismo,
el pragmatismo y la soberbia etc. que han obstaculizado la unidad de la
izquierda.
La izquierda en México se caracteriza en la actualidad por un
acentuado pragmatismo y
eclecticismo, se han olvidado un conjunto de principios y objetivos fundamentales de la lucha de
clases, se habla y se dice de todo, pero no se toca el problema fundamental, el problema de la Revolución, y la toma del poder político; producto de la
revisión y el abandono del Marxismo- Leninismo en muchos casos.
La
confrontación con los enemigos, que no
son pocos, es seria y profunda, no son enemigos comunes, ni corrientes, la
confrontación política se plantea en una perspectiva de corto, mediano y largo
plazo, en este sentido es necesario ubicar en su justa dimensión la correlación
de fuerzas, tanto la del bloque burgués como la del proletariado y las masas
trabajadoras, para poder definir la
táctica correcta de lucha en el presente periodo.
El actual
régimen priista ha puesto al descubierto
por enésima vez sus verdadero rostro; autoritario y represivo, por lo
tanto no podemos sobreestimarlo ni subestimarlo; es un aparato “experimentado” en el manejo del poder
político (el Estado) y en la administración del poder público en todos los
niveles, experimentado en el manejo del aparato de represión, el cual utiliza
sin miramientos contra sus enemigos, adversarios y en contra del pueblo, cuando
los intereses de la clase dominante están en juego, eficaz en la desactivación
de los movimientos sociales.
En dos
años de Gobierno el régimen actual ha lanzado una ofensiva estratégica de fondo
a través de las reformas estructurales en contra de la clase trabajadora y del
pueblo, sin encontrar una resistencia de
la misma magnitud, en el sentido de la movilización y la protesta, ha sido la
Coordinadora Nacional de los trabajadores de la Educación (CNTE) el Único
contingente de la clase trabajadora que viene dando una larga batalla en contra de la llamada reforma educativa,
acompañada de pequeños contingentes de trabajadores de otros sectores. El
estados mexicano y el régimen en turno han asestado golpe tras golpe a la clase
trabajadora, a través de sus “Cámaras legislativas”; los Diputados y Senadores
del PRI, PAN y los demás legisladores de
derecha incluyendo la fracción del PRD (los chuchos), hoy están ebrios de
euforia por las reformas que vienen aprobando; las sesiones “legislativas”
donde se vienen aprobando todas esas políticas antipopulares son verdaderas
orgías parlamentarias, no se respetan ni las propias reglas del juego del
parlamentarismo burgués, se suplanta el debate parlamentario por las
negociaciones cupulares y por la decisiones del Poder Ejecutivo, que a sus vez
obedece los mandatos del capital global y local. Los neoliberales mandan a la clase
trabajadora y la nación, el mensaje, que por encima de todo están los intereses
y privilegios de las clases dominantes, de los organismos financieros
internacionales FMI y el BM, de las empresas globales y entre estas,
de las grandes compañías petroleras del mundo que hoy esperan como buitres
lanzarse sobre su presa, PEMEX. Los socialistas, comunistas y marxistas estamos
ante una disyuntiva en este periodo o combatimos coordinados y unidos por los intereses de la clase trabajadora o
sucumbimos aislados políticamente frente a los enemigos de clase.
La izquierda en México ha sido incapaz de construir su propio proyecto organizativo, por un lado
y por otro, su propio proyecto
alternativo de sociedad y de nación,
frente a la decadente sociedad capitalista en México subordinada al imperio
global occidental. Creemos que en este
conjunto de errores que hemos señalado
a groso modo, radican nuestras mayores
debilidades políticas y organizativas, las cuales debemos aceptar desde
una autocrítica sincera y revolucionaria y avanzar en un proceso de
rectificación y rearticulación política y orgánica, poniendo de antemano toda
nuestra disposición y voluntad unitaria, como primer paso practico hacia la
construcción de la organización
revolucionaria del pueblo.
La unidad de los socialistas, comunistas, marxistas, en las condiciones
actuales, es la premisa básica para
desarrollar con eficacia la lucha de nuestro pueblo, en los distintos
escenarios de ésta; de masas, sindical,
campesina, electoral, urbano-popular;
sin unidad política, sin estrategia y táctica, sin programa de lucha, en estas
condiciones es difícil el desarrollo de la resistencia proletaria y popular, a
mediano y largo plazo; en condiciones de dispersión políticas la izquierda
en nuestro país está condenada a nuevas derrotas en la lucha contra de la clase
dominante, encabezado por el PRI-PAN.
Debemos tomarnos en serio la tarea
de iniciar el proceso de coordinación política y enlace con todos los
militantes de la izquierda revolucionaria, organizados y dispersos, dentro
de los movimientos sociales, en los sindicatos; en todos los espacios de la vida política
del país, al interior de los movimientos sociales; la única
alternativa a mediano y largo plazo es la organización independiente, autónoma,
democrática, incluyente, combativa y revolucionaria de los trabajadores y del
pueblo, es decir, la organización desde abajo, desde la fábrica, el taller, el
campo, la comunidad, el barrio, la escuela, la oficina, la universidad; en
otras palabras desde el obrero, el campesino, los jóvenes, los estudiantes, los
maestros, los intelectuales honestos, los pueblos originarios, etc. en las distintas
regiones del país y a nivel nacional, por un lado y por otro ir
construyendo un núcleo de
coordinación nacional, sin que ello implique socavar las estructuras de
las organizaciones conformadas.
En México, en el presente periodo se están desarrollando y gestando decenas
de luchas; campesinas, urbanas, magisteriales, comunitarias, obreras,
municipales, organizada o espontáneamente el pueblo se lanza a la lucha,
adoptando sus propias formas de organización y resistencia, entre estos pueblos
están; Atenco, Huxca, Wuirikuta, Sierra Norte, la Parota, Valle del Yaqui,
Ameyalco, Costa Chica en Guerrero (las CRACs- PC), Michoacán (las
autodefensas), Sn. Bernardino
Chalchihuapan Puebla (Coordinación
Estatal por la Identidad de los Pueblos-
Cedip), en respuesta a la ofensiva neoliberal del régimen priista de Peña Nieto y
sus aliados, Miguel A. Mancera (D. F), Moreno Valle en Puebla, que
pretenden despojar de los derechos, bienes y patrimonio de los trabajadores,
ciudadanos, comunidades y pueblos originarios; por un lado se operan reformas
estructurales y por otro se conculcan derechos sociales y políticos y se dictan
leyes de corte fascista, desde donde se criminaliza y se reprime la
protesta social como el “delito” de “ataques
a la paz pública” en el D. F y la “Ley bala” de Rafael Moreno Valle en
Puebla. Estas son las luchas, estas son
las batallas del pueblo, aquí están a su vez las trincheras de los socialistas,
comunistas y marxistas.
El planteamiento central es que en todos los escenarios de la
lucha los socialistas, comunistas y marxistas seamos capaces de actuar coordinadamente, desde una perspectiva de izquierda y con una
actitud constructiva y unitaria, en la lucha en contra del capitalismo, por
la democracia y el socialismo.
En esta perspectiva, frente al actual régimen autoritario y represivo, los
socialistas, comunistas, los marxistas y toda la izquierda revolucionaria
debemos impulsar e ir construyendo una
amplia política de alianzas con todas las fuerzas políticas susceptibles
de luchar coordinada y unitariamente en contra del régimen corrupto,
represivo y autoritario que hoy encabeza Peña Nieto y su pandilla, en esta
perspectiva creemos validas todas las formas de lucha.
La clase
trabajadora y el pueblo tienen intereses comunes, por tanto su organización, debe ser única en este
periodo, este rol debe jugarlo desde el punto de vista táctico el Frente Único, aunque esto parezca un
razonamiento mecanicista; sin embargo, creemos que es la condición histórica
fundamental para poder desarrollar la lucha en el corto y mediano plazo en contra de
la ofensiva neoliberal que hoy lanza avasalladoramente la clase dominante
y el bloque de derecha en el poder, a través de las reformas estructurales como
fieles representantes del capitalismo en México.
Por un
lado y por otro en el marco de este
largo y complejo proceso de lucha no podemos perder de vista, el proceso de
construcción de la organización única,
el Partido del proletariados y las masas trabajadoras, es una condición
estratégica en la disputa real del poder político a la
burguesía, en el contextos de la lucha de clases, la organización única de la clase trabajadora debe ser la columna
vertebral en la lucha por la destrucción
del capitalismo y por la construcción del socialismo, por un Estado democrático y
popular.
¡POR LA UNIDAD DE LOS SOCIALISTAS, COMUNISTAS Y MARXISTAS DE MEXICO!
Colectivo por la Democracia y el Socialismo
¡CON EL PUEBLO AL SOCIALISMO!
¡VENCEREMOS!
México / julio / 2014
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