Carlos Razo Horta/ Rosa María Romero Cuevas
México, D.F. a 19 de julio del 2014
A lo largo de toda la historia, solo han existido dos clases de seres
humanos, dos.
1.- “Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía; que
son el tener y el no tener”
Miguel de Cervantes Saavedra. (1547 – 1616)
2.- Sólo dos clases; los que aman y construyen y los que odian y
destruyen.
José Martí.
3.- Dos linajes; los que se elevan sin pisar a los demás, junto con los
demás, cooperativa y fraternalmente; y los que viven pisando y despojando a los
demás, seguidos por una interminable cauda de hombres y mujeres, que dócilmente
se inclinan, se arrodillan servilmente ante los poderosos, y obedecen
ciegamente sus mandatos, esperando con ansias, las migajas que de su mesa
caigan.
4.- De Dios pa´bajo, cada cual vive de su trabajo.
Refrán popular.
5.- “Con los pobres de la Tierra, quiero yo mi suerte echar”
José Martí
6.- “Nadie puede amasar una fortuna, sin hacer harina a los demás”
Mafalda
7.- Los que viven del sudor de su frente, y los que viven del sudor de
su gente.
8.- Dos clases de humanos, dos dignidades; los que viven de su trabajo
y los que viven del trabajo de los demás. No hay más. CRH
9.- Y la vieja historia; los que ahora tienen,
es porque han despojado a los que antes si tenían, y para conservar y
acrecentar la riqueza despojada, asegurar sus privilegios y perpetuar, además,
en el futuro, sus condiciones de dominio, sometimiento y obediencia de los
despojados, han inventado el Estado.
Carlos Razo Horta
Los seres humanos estamos hechos de
cosmovisiones.
Una cosmovisión son los sistemas para pensar el
mundo, pensarse en el mundo y ser en el mundo; para satisfacer las necesidades
humanas, materiales y no materiales, de conservar la vida y reproducirla,
conocer el mundo y transformarlo y de las emociones y los sentimientos; de
nosotros y de los otros.
El mundo es:
1.- El universo.
1.1.- El macro universo. Grandes masas, velocidades y
procesos de transferencia materia energía. Las galaxias, las estrellas, el Sol,
etc. Las explicaciones desde la teoría de la relatividad.
1.2.- El micro universo (10-6 m), el nano
universo (10-9 m). El átomo, el núcleo del átomo, las interacciones
fuertes, las débiles, la teoría cuántica, para explicar.
2.-
La naturaleza. Los procesos bióticos y abióticos. La dinámica planetaria. Los
procesos de la geología.
3.-
Nosotros y los otros. Las comunidades humanas.
4.-
El ser humano. Sentido y significado de su vida, material y no material o
espiritual.
5-
La conciencia del ser humano, o sus sistemas del pensar para pensar el mundo.
Es necesario insistir; estamos hechos de
cosmovisiones.
O más explícitamente estamos hechos de las
relaciones y convivencia con cada uno de los sub sistemas de las cosmovisiones.
Los problemas de la humanidad han sido y son las
de las relaciones y la convivencia con cada uno de los sub sistemas anteriores
de las cosmovisiones.
Tenemos problemas en las relaciones y la
convivencia de los seres humanos, con la naturaleza.
Tenemos problemas en las relaciones y la
convivencia de los seres humanos, con los otros seres humanos. Las evidencias
están en la pobreza, la violencia, la criminalidad, las guerras, la tristeza y
la no felicidad de la inmensa mayoría de los seres humanos. Se considera, no
sólo legal, sino hasta justo, que haya hombres y mujeres que vivan del trabajo
de los demás, sino que el mundo está gobernado por la ética y los principios
del despojo, del robo y hasta del crimen.
Pero también tenemos problemas con las
relaciones y la convivencia de los seres humanos consigo mismos. Los seres
humanos no encuentran el sentido y el significado de sus vidas y de ahí, muchas
de las consecuencias trágicas; violencia, drogadicción, alcoholismo, suicidios
y la decadencia o destrucción de los sistemas de la amistad, fraternidad,
solidaridad, generosidad, cooperación, etc.
¿Qué hacer?
¿Cómo hacerlo?
¿Con quiénes?
¿Cuándo?
Estas son las preguntas que se han hecho y se
hacen, los hombres y las mujeres revolucionarios, los insurrectos, los que no
están conformes con todo el sufrimiento, las mortificaciones, las angustias y
hasta el martirio de los seres humanos, a lo largo de la historia.
Podemos entonces comenzar diciendo, que una
revolución es un conjunto de propuestas y proyectos, que desde sus
cosmovisiones, se proponen lograr la redención de la humanidad.
Una revolución comienza con las preguntas.
Preguntas sobre el mundo; el de nosotros y el de
los otros.
Preguntas sobre la pobreza, las injusticias, los
abusos, la violencia, la discriminación, la tristeza y la no felicidad de los
hombres y las mujeres, de los niños y las niñas, de los ancianos y las
ancianas.
Pero el revolucionario no se conforma con las
preguntas, busca las respuestas, las soluciones.
Y busca hermanos para encontrar las fuerzas
necesarias, para construir las soluciones.
Y busca métodos para pensar y pensar los
problemas y encontrar soluciones.
Y busca caminos para construir un mundo mejor
para todos los hombres y las mujeres, sobre todo para aquellos que
históricamente les ha sido negado, ya no el derecho a la felicidad, sino tan
siquiera al mínimo bienestar material; alimentos, salud, educación, vivienda,
vestido, trabajo digno, etc.
Un revolucionario, es un hombre o una mujer que
desde sus cosmovisiones, ve del mundo, lo que muchos otros no ven, piensa el
mundo como otros no lo hacen, se piensa en el mundo como otros no se piensan y
es o existe en el mundo, como muchos otros no se atreven. Son hombres y mujeres
que cultivan el pensamiento crítico, creativo, innovador, no convencional y de
las utopías.
La revolución, es ante todo un compromiso de los
revolucionarios, un proyecto justiciero, de dignidad, fraternidad, cooperación
y amor de la humanidad, con la humanidad, desde la humanidad, para y por la
humanidad.
Sentido y significado de la Revolución:
1.- Ideales de la Revolución.
2.- Convicciones, creencias y símbolos de la
Revolución.
4.- Esperanzas de la Revolución.
5.- Compromisos de la Revolución.
6.- Principios de la Revolución.
7.- Valores de la Revolución.
8.- Los caminos de la Revolución.
8.1.-
Hacer de la Revolución.
8.2.-
Saber de la Revolución.
8.3.-
Emociones y sentimientos de la Revolución.
8.4.-
Estar de la Revolución. Donde hay injusticias, pobreza y ofensas a la dignidad
humana.
8.5.-
Tener de la Revolución. Bienes materiales y no materiales.
8.6.-
Soñar de la Revolución. Las utopías de la Revolución.
9.- Las historias de la Revolución.
10.- Las trascendencias de la Revolución. Las
que le han dejado y las que está dejando.
11.- Las fortalezas de la Revolución:
Las fortalezas de la revolución, son las fortalezas de sus
cosmovisiones, y de sus sistemas para pensar el mundo, pensarse en el mundo y ser
o existir en el mundo, a través de los sistemas siguientes:
11.1.- Las fortalezas de las cosmovisiones de la
revolución, están en sus sistemas para:
11.1.1.- Pensar el universo, pensarse en el universo y ser o existir en
el universo; de nosotros y de los otros.
11.1.2.- Pensar la naturaleza, pensarse en la naturaleza y ser o
existir en la naturaleza.
11.1.3.- Pensar a los otros, pensarse en los otros y ser o existir en
los otros. Pensar la comunidad, pensarse en la comunidad y ser o existir en la
comunidad, de nosotros y de los otros.
11.1.4.- Pensarse a sí misma, para encontrar el sentido y el
significado de la revolución.
11.1.5.- El pensar de la revolución, para pensar el mundo, pensarse en
el mundo y ser o existir en el mundo; de nosotros y de los otros. Pensar para
pensar las cosmovisiones.
11.2.- Las fortalezas filosóficas de la
revolución:
11.2.1.-
De sus sistemas de la epistemología.
11.2.2.-
De sus sistemas de la ontología.
11.2.3.-
De sus sistemas de la ética.
11.2.4.-
De sus sistemas de la estética.
11.2.5.- De sus sistemas de la
hermenéutica.
11.2.6.- De los sistemas de la
dialéctica de la revolución, o de los sistemas del pensar, para saber dejar de
ser y para saber llegar a ser, es decir, de los sistemas del pensar para saber
crecer, de la revolución.
Los sistemas del pensar de la revolución, para:
11.2.6.1.- Saber lo que la revolución
necesita pensar, para crecer.
11.2.6.2.-
Saber lo que la revolución necesita hacer, para crecer.
11.2.6.3.-
Saber lo que la revolución necesita saber, para crecer.
11.2.6.4.-
Saber lo que la revolución necesita sentir, para crecer.
11.2.6.5.-
Saber el lugar dónde la revolución necesita estar, para crecer.
11.2.6.6.-
Saber lo que la revolución necesita tener, -bienes materiales y no
materiales-, para crecer.
11.2.6.7.- Saber lo que la revolución necesita conservar,
para crecer.
11.2.6.8.- Saber lo que la revolución necesita desechar,
para crecer.
11.2.6.9.- Saber lo que la revolución necesita recuperar,
para crecer.
11.2.6.10.- Saber lo que la revolución necesita crear,
para crecer.
11.2.6.11.- Saber lo que la revolución necesita criticar,
para crecer.
11.2.6.12.- Saber lo que la revolución necesita conocer,
para crecer.
11.2.6.13.- Saber lo que la revolución necesita enseñar,
para crecer.
11.2.6.14.- Saber lo que la revolución necesita aprender,
para crecer.
11.2.6.15.- Saber lo que la revolución necesita comprender,
para crecer.
11.2.6.16.- Saber lo que la revolución necesita transformar,
para crecer.
11.2.6.17.-
Saber lo que la revolución necesita mejorar, para crecer.
11.2.6.18.- Saber lo que la revolución necesita sentir,
para crecer.
11.2.6.19.- Saber lo que la revolución necesita reflexionar,
para crecer.
11.2.6.20.- Saber lo que la revolución necesita imaginar,
para crecer.
11.2.6.21.- Saber lo que la revolución necesita soñar,
para crecer.
11.2.6.22.-
Saber los costos materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
11.2.6.23.-
Saber los beneficios materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
11.3.- Las fortalezas de los sistemas de la
educación, en la revolución.
11.4.- Las fortalezas de los sistemas de la
ciencia y la tecnología, en la revolución.
11.5.- Las fortalezas de los sistemas del
pensamiento complejo, en la revolución.
11.6.- Las fortalezas de los sistemas de la
historia, en la revolución.
11.7.- Las fortalezas de los sistemas de las
artes, en la revolución.
11.8.- Las fortalezas de la revolución, para
cultivar y madurar, en los hombres y en las mujeres, pero principalmente en los
niños y los jóvenes, la curiosidad, la cooperación, la tenacidad, el empeño, la
perseverancia, la laboriosidad, el espíritu revolucionario, crítico, creativo,
innovador, no convencional, soñador y de la utopía.
Las fortalezas de la revolución, para tener, y
hacer compromisos con una visión revolucionaria del futuro, de las nuevas
utopías; pensar el futuro, pensarse en el futuro y ser parte de la comunidad de
soñadores y revolucionarios, constructores del futuro y de la redención de la
humanidad.
Pensar que aún es tiempo de las utopías y que el
camino es la revolución.
El espíritu de lucha y revolucionario, siempre
en alto, que nos dice; ¡Aquí nadie se rinde, podemos hacer una pausa, un
descanso, pero nunca, jamás nos rendiremos.
Y aquí es muy oportuno recordar el pensamiento
de Miguel de Cervantes Saavedra, (1547 – 1616), en su inmortal obra, “El
ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha”;
“Yo soy aquel, para el que están reservados los
grandes retos, los grandes peligros, los grandes desafíos y las grandes
hazañas”
Y la gran hazaña de los revolucionarios, del
siglo XXI; construir una nueva civilización, la civilización del amor, la
fraternidad, de la amistad, del respeto, de la dignidad, de la justicia, de la
fraternidad y de la felicidad de todos los seres humanos, comenzando por los
niños.
Pero ¿Y cuáles son las debilidades de la
revolución?
12.- Las debilidades de la Revolución.
Las debilidades de la revolución, son las debilidades de sus cosmovisiones,
y de sus sistemas para pensar el mundo, pensarse en el mundo y ser o existir en
el mundo, a través de los siguientes sistemas.
12.1.- Las debilidades de las cosmovisiones de
la revolución, están en:
12.1.1.- No saber pensar el universo, pensarse en el universo y ser o
existir en el universo; de nosotros y de los otros.
12.1.2.- No saber pensar la naturaleza, pensarse en la naturaleza y ser
o existir en la naturaleza.
12.1.3.- No saber pensar a los otros, no saber pensarse en los otros y
no saber ser o existir en los otros. No saber pensar la comunidad, no saber
pensarse en la comunidad y no saber ser o existir en la comunidad, de nosotros
y de los otros.
12.1.4.- No saber pensarse a sí misma, para encontrar el sentido y el
significado de la revolución. No saber pensar una revolución en la revolución.
12.1.5.- No saber pensar, para pensar el mundo, pensarse en el mundo y
ser o existir en el mundo; de nosotros y de los otros. No saber pensar para
pensar las cosmovisiones.
12.2.- Las debilidades filosóficas de la
revolución:
12.2.1.-
De sus sistemas de la epistemología.
12.2.2.-
De sus sistemas de la ontología.
12.2.3.-
De sus sistemas de la ética.
12.2.4.-
De sus sistemas de la estética.
12.2.5.- De sus sistemas de la
hermenéutica.
12.2.6.- Debilidades de los
sistemas de la dialéctica de la revolución, o de las debilidades de los
sistemas del pensar, para saber dejar de ser y para saber llegar a ser, es
decir, de los sistemas del pensar para saber crecer, de la revolución.
12.2.6.1.- No saber lo que la revolución
necesita pensar, para crecer.
12.2.6.2.-
No saber lo que la revolución necesita hacer, para crecer.
12.2.6.3.-
No saber lo que la revolución necesita saber, para crecer.
12.2.6.4.- No saber lo que la revolución necesita sentir, para
crecer.
12.2.6.5.-
No saber el lugar dónde la revolución necesita estar, para crecer.
12.2.6.6.-
No saber lo que la revolución necesita tener, -bienes materiales y no
materiales-, para crecer.
12.2.6.7.- No saber lo que la revolución necesita conservar,
para crecer.
12.2.6.8.- No saber lo que la revolución necesita desechar,
para crecer.
12.2.6.9.- No saber lo que la revolución necesita recuperar,
para crecer.
12.2.6.10.- No saber lo que la revolución necesita crear,
para crecer.
12.2.6.11.- No saber lo que la revolución necesita criticar,
para crecer.
12.2.6.12.- No saber lo que la revolución necesita conocer,
para crecer.
12.2.6.13.- No saber lo que la revolución necesita enseñar,
para crecer.
12.2.6.14.- No saber lo que la revolución necesita aprender,
para crecer.
12.2.6.15.- No saber lo que la revolución necesita comprender,
para crecer.
12.2.6.16.- No saber lo que la revolución necesita transformar,
para crecer.
12.2.6.17.-
No saber lo que la revolución necesita mejorar, para crecer.
12.2.6.18.- No saber lo que la revolución necesita sentir,
para crecer.
12.2.6.19.- No saber lo que la revolución necesita reflexionar,
para crecer.
12.2.6.20.- No saber lo que la revolución necesita imaginar,
para crecer.
12.2.6.21.- No saber lo que la revolución necesita soñar,
para crecer.
12.2.6.22.-
No saber los costos materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
12.2.6.23.-
No saber los beneficios materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
12.3.- Las debilidades de los sistemas de la
educación, en la revolución.
12.4.- Las debilidades de los sistemas de la
ciencia y la tecnología, en la revolución.
12.5.- Las debilidades de los sistemas del
pensamiento complejo, en la revolución.
12.6.- Las debilidades de los sistemas de la
historia, en la revolución.
12.7.- Las debilidades de los sistemas de las
artes, en la revolución.
12.8.- Las debilidades de la revolución, para
cultivar y madurar, en los hombres y en las mujeres, pero principalmente en los
niños y los jóvenes, la curiosidad, la cooperación, la tenacidad, el empeño, la
perseverancia, la laboriosidad, el espíritu revolucionario, crítico, creativo,
innovador, no convencional, soñador y de la utopía.
Las debilidades del NO saber tener, y NO saber
hacer compromisos con la construcción de una visión del futuro; NO pensar el
futuro, NO pensarse en el futuro y NO ser parte de la comunidad de soñadores y
revolucionarios, constructores del futuro de la humanidad. Pensar que ya NO es
tiempo de las utopías y TAMPOCO es el tiempo de la revolución.
Pensar que ya no es posible, nos derrotaron, que
ya no se puede luchar, por la redención de los seres humanos, y que es mejor
rendirse, arriar banderas, ponerse de rodillas ante los capitalistas, siempre
insaciables y voraces.
13.- Decadencia y ocaso de la Revolución.
La crisis o la decadencia de la revolución, es la crisis o la
decadencia de sus cosmovisiones, y de sus sistemas para pensar el mundo,
pensarse en el mundo y ser o existir en el mundo, a través de los siguientes
sistemas.
13.1.- La crisis o la decadencia de las
cosmovisiones de la revolución, está en la crisis o la decadencia de sus
sistemas para:
13.1.1.- Pensar el universo, pensarse en el universo y ser o existir en
el universo; de nosotros y de los otros.
13.1.2.- Pensar la naturaleza, pensarse en la naturaleza y ser o
existir en la naturaleza.
13.1.3.- Pensar a los otros, pensarse en los otros y ser o existir en
los otros. Pensar la comunidad, pensarse en la comunidad y ser o existir en la
comunidad, de nosotros y de los otros.
13.1.4.- Pensarse a sí misma, para encontrar el sentido y el
significado de la revolución. La crisis o la decadencia al extinguir, o
permitir la extinción del espíritu revolucionario dentro de la revolución.
13.1.5.- La decadencia de los sistemas del pensar de la revolución, del
pensamiento revolucionario, para pensar el mundo, pensarse en el mundo y ser o
existir en el mundo como revolucionarios; del espíritu revolucionario de
nosotros y el espíritu revolucionario de los otros. Pensar como revolucionario,
para pensar las cosmovisiones.
13.2.- La crisis o la decadencia filosófica de
la revolución, en sus sistemas de la:
13.2.1.-
Epistemología.
13.2.2.-
Ontología.
13.2.3.-
Ética.
13.2.4.-
Estética.
13.2.5.- Hermenéutica.
13.2.6.- La crisis o la
decadencia de los sistemas de la dialéctica de la revolución, o de los sistemas
del pensar, para saber dejar de ser y para saber llegar a ser, es decir, de los
sistemas del pensar para saber crecer, del espíritu revolucionario y de la
revolución.
La crisis o la decadencia de los sistemas de la
dialéctica de la revolución para:
13.2.6.1.- Saber lo que la revolución necesita
pensar, para crecer.
13.2.6.2.-
Saber lo que la revolución necesita hacer, para crecer.
13.2.6.3.-
Saber lo que la revolución necesita saber, para crecer.
13.2.6.4.-
Saber lo que la revolución necesita sentir, para crecer.
13.2.6.5.-
Saber el lugar dónde la revolución necesita estar, para crecer.
13.2.6.6.-
Saber lo que la revolución necesita tener, -bienes materiales y no
materiales-, para crecer.
13.2.6.7.- Saber lo que la revolución necesita conservar, para
crecer.
13.2.6.8.- Saber lo que la revolución necesita desechar,
para crecer.
13.2.6.9.- Saber lo que la revolución necesita recuperar,
para crecer.
13.2.6.10.- Saber lo que la revolución necesita crear,
para crecer.
13.2.6.11.- Saber lo que la revolución necesita criticar,
para crecer.
13.2.6.12.- Saber lo que la revolución necesita conocer,
para crecer.
13.2.6.13.- Saber lo que la revolución necesita enseñar,
para crecer.
13.2.6.14.- Saber lo que la revolución necesita aprender,
para crecer.
13.2.6.15.- Saber lo que la revolución necesita comprender,
para crecer.
13.2.6.16.- Saber lo que la revolución necesita transformar,
para crecer.
13.2.6.17.-
Saber lo que la revolución necesita mejorar, para crecer.
13.2.6.18.- Saber lo que la revolución necesita sentir,
para crecer.
13.2.6.19.- Saber lo que la revolución necesita reflexionar,
para crecer.
13.2.6.20.- Saber lo que la revolución necesita imaginar,
para crecer.
13.2.6.21.- Saber lo que la revolución necesita soñar,
para crecer.
13.2.6.22.-
Saber los costos materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
13.2.6.23.- Saber los beneficios materiales y no materiales, del
crecer de la revolución.
13.3.- La crisis o la decadencia de los sistemas
de la educación, en la revolución.
13.4.- La crisis o la decadencia de los sistemas
de la ciencia y la tecnología, en la revolución.
13.5.- La crisis o la decadencia de los sistemas
del pensamiento complejo, en la revolución.
13.6.- La crisis o la decadencia de los sistemas
de la historia, en la revolución.
13.7.- La crisis o la decadencia de los sistemas
de las artes, en la revolución.
13.8.- La crisis y la decadencia de la
revolución y de su espíritu de lucha y revolucionario, para cultivar y madurar,
en los hombres y en las mujeres, pero principalmente en los niños y los
jóvenes, la curiosidad, la cooperación, la tenacidad, el empeño, la
perseverancia, la laboriosidad, el espíritu crítico, creativo, innovador, no
convencional, soñador, revolucionario y de la utopía.
La crisis y la decadencia al NO tener, y no
hacer compromisos con una visión revolucionaria del futuro; NO pensar
revolucionariamente el futuro, NO pensarse revolucionariamente en el futuro y
NO ser parte de la comunidad de soñadores y revolucionarios, constructores de un
mejor futuro de la humanidad. Pensar que ya NO es el tiempo, NI de las utopías,
NI de la revolución.
La crisis o la decadencia de los proyectos de la
utopía.
La decadencia, NO de la revolución, sino de
aquellos que olvidaron, dejaron en el camino, o vendieron como una baratija, el
espíritu de lucha de los revolucionarios, que nos dice; ¡Aquí nadie se rinde,
podemos hacer una pausa, un descanso, pero nunca, jamás nos rendiremos!
¡Pero si se rindieron!
Renunciaron a la gran oportunidad, de ser parte
de los contingentes de soñadores y revolucionarios, dispuestos y comprometidos
a lograr la gran hazaña de la construcción de un mejor futuro de la humanidad,
de una nueva y mejor civilización.
14.- Los proyectos de la Revolución.
De un proyecto de nación socialista, a una nación de proyectos
socialistas.
Los proyectos de la revolución, son los proyectos desde sus
cosmovisiones, y desde sus sistemas para pensar el mundo, pensarse en el mundo
y ser o existir en el mundo, a través de los siguientes sistemas.
14.1.- Las cosmovisiones de la revolución, están
en sus sistemas para:
14.1.1.- Pensar el universo, pensarse en el universo y ser o existir en
el universo; de nosotros y de los otros.
14.1.2.- Pensar la naturaleza, pensarse en la naturaleza y ser o
existir en la naturaleza.
14.1.3.- Pensar a los otros, pensarse en los otros y ser o existir en
los otros. Pensar la comunidad, pensarse en la comunidad y ser o existir en la
comunidad, de nosotros y de los otros.
14.1.4.- Pensarse a sí misma, para encontrar el sentido y el
significado de la revolución.
14.1.5.- El pensar de la revolución, para pensar el mundo, pensarse en
el mundo y ser o existir en el mundo; de nosotros y de los otros. Pensar de la
revolución, para pensar las cosmovisiones.
14.2.- Los proyectos filosóficos de la
revolución:
14.2.1.-
De la epistemología.
14.2.2.- De la ontología.
14.2.3.-
De la ética.
14.2.4.-
De la estética.
14.2.5.- De la hermenéutica.
14.2.6.- De los sistemas de la
dialéctica, o de los sistemas del pensar, para saber dejar de ser, y para saber
llegar a ser, es decir, de los sistemas del pensar para saber crecer, de la
revolución.
Los proyectos de la revolución, para:
14.2.6.1.- Saber lo que la revolución
necesita pensar, para crecer.
14.2.6.2.-
Saber lo que la revolución necesita hacer, para crecer.
14.2.6.3.-
Saber lo que la revolución necesita saber, para crecer.
14.2.6.4.-
Saber lo que la revolución necesita sentir, para crecer.
14.2.6.5.-
Saber el lugar dónde la revolución necesita estar, para crecer.
14.2.6.6.-
Saber lo que la revolución necesita tener, -bienes materiales y no
materiales-, para crecer.
14.2.6.7.- Saber lo que la revolución necesita conservar,
para crecer.
14.2.6.8.- Saber lo que la revolución necesita desechar,
para crecer.
14.2.6.9.- Saber lo que la revolución necesita recuperar,
para crecer.
14.2.6.10.- Saber lo que la revolución necesita crear,
para crecer.
14.2.6.11.- Saber lo que la revolución necesita criticar, para
crecer.
14.2.6.12.- Saber lo que la revolución necesita conocer,
para crecer.
14.2.6.13.- Saber lo que la revolución necesita enseñar,
para crecer.
14.2.6.14.- Saber lo que la revolución necesita aprender,
para crecer.
14.2.6.15.- Saber lo que la revolución necesita comprender,
para crecer.
14.2.6.16.- Saber lo que la revolución necesita transformar,
para crecer.
14.2.6.17.-
Saber lo que la revolución necesita mejorar, para crecer.
14.2.6.18.- Saber lo que la revolución necesita sentir,
para crecer.
14.2.6.19.- Saber lo que la revolución necesita reflexionar,
para crecer.
14.2.6.20.- Saber lo que la revolución necesita imaginar,
para crecer.
14.2.6.21.- Saber lo que la revolución necesita soñar,
para crecer.
14.2.6.22.-
Saber los costos materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
14.2.6.23.-
Saber los beneficios materiales y no materiales, del crecer de la
revolución.
14.3.- Los proyectos de la educación, en los
proyectos de la revolución.
14.4.- Los proyectos de la ciencia y la
tecnología, en los proyectos de la revolución.
14.5.- Los proyectos del pensamiento complejo,
en los proyectos de la revolución.
14.6.- Los proyectos de los sistemas de la
historia, en los proyectos de la revolución.
14.7.- Los proyectos de los sistemas de las
artes, en los proyectos de la revolución.
14.8.- Los proyectos de la revolución, para
cultivar y madurar, en los hombres y en las mujeres, pero principalmente en los
niños y los jóvenes, la curiosidad, la cooperación, la tenacidad, el empeño, la
perseverancia, la laboriosidad, el espíritu revolucionario, crítico, creativo,
innovador, no convencional, soñador y de la utopía.
Los proyectos de la revolución, son siempre
proyectos de la utopía.
Los proyectos de la revolución, del tener, y
hacer compromisos con una visión del futuro; pensar el futuro, pensarse en el
futuro y ser parte de la comunidad de soñadores y revolucionarios,
constructores de las nuevas utopías de la humanidad.
Y aquí es muy oportuno recordar el pensamiento
de Miguel de Cervantes Saavedra, (1547 – 1616), en su inmortal obra, “El
ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha”;
“Yo soy aquel, para el que están reservados los
grandes retos, los grandes peligros, los grandes desafíos y las grandes
hazañas”
Y la gran hazaña de los revolucionarios, del
siglo XXI; construir una nueva civilización, la civilización del amor, del
respeto, de la dignidad, de la justicia, de la fraternidad y de la felicidad de
todos los seres humanos, comenzando por los niños.
Una revolución que haga suyos los proyectos de
hombres y mujeres soñadores, revolucionarios, dispuestos y comprometidos a
lograr la gran hazaña de la construcción, de una nueva y mejor civilización.
Y la gran hazaña de los revolucionarios del
siglo XXI; construir una nueva civilización, la civilización del amor, del
respeto, de la dignidad, de la justicia, de la fraternidad y de la felicidad de
todos los seres humanos, comenzando por los niños.
Carlos Razo Horta
tel. cel. (55) 9198 4597
Rosa María Romero Cuevas
(434) 100 1365
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Recuerda que este espacio es publico. Te inivitamos a manifestarte con respeto.